La nariz, además de ayudarnos con la respiración y el olfato, funciona como principal defensa contra infecciones, en especial gracias a la mucosa, la cual además se encarga de humedecer, filtrar y calentar el aire que respiramos1. Cuando dicha mucosa se seca, se vuelve un poco más complicado que la nariz cumpla sus funciones con normalidad.
¿Cómo saber que hay resequedad nasal? Fácil, el síntoma principal es la sensación de sequedad y que la mucosa forme costras que se pegan en las fosas nasales. Esto puede ir acompañado de irritación, ardor, picor, grietas y costras al interior de la nariz y sensación de congestión nasal. Dichos síntomas son mucho más comunes en invierno.1,2
Es una molestia que puede afectar a cualquier persona, de cualquier edad y puede venir de la mano de otros malestares como son los resfriados, rinitis, presión alta, alergia o inclusive en mujeres en la etapa de la menopausia, ya que bajan sus niveles de colágeno.3
Causas más comunes de la resequedad nasal
La resequedad nasal es multicausal y, por ende, también sus remedios. A continuación, te presentamos las razones principales por las cuales puedes experimentar una nariz reseca:
- Si se padece rinitis o se tiene algún tipo de infección es probable que aparezca la sensación de resequedad.
- Tabaquismo.
- Cambios bruscos de temperatura. De igual manera, lo ambientes muy extremos, con temperaturas tanto altas como bajas, pueden causar resequedad. Lo mismo con el uso excesivo de aire acondicionado y la calefacción.
- Deshidratación. Falta de humedad en el ambiente o en el cuerpo. Sobre todo si el clima está seco.
- El uso excesivo de pañuelos durante los resfriados o alergias. Al sonarte muy fuerte o de manera excesiva la nariz se puede resecar e irritar.
- Contaminación, polvo, humo, cloro, etc.
- El uso de algunos medicamentos.
¿Cómo prevenir la resequedad nasal?
Así como es importante cuidar la piel de la cara o los brazos, lo mismo sucede con el interior de la nariz. Algunas acciones sencillas que puedes implementar cuando tienes resequedad nasal, o incluso algunas en tu rutina cotidiana, son las siguientes:
- Mantente hidratado. Trata de tomar entre 1,5 y 2 litros de agua al día para que ninguna zona de tu cuerpo se reseque.
- Usa un humidificador. Cuando la humedad del ambiente es menor al 40% la mucosa de las vías respiratorias tiende a resecarse, por lo cual un humidificador puede ayudarte. Si eres alguien que trabaja con su voz como cantantes, locutores, actores, y demás, te recomendamos usar uno como parte de tu rutina de cuidado.
- Evita los cambios bruscos de temperatura cuando sea posible. No abuses del aire acondicionado o la calefacción, ya que tus vías respiratorias lo resentirán de inmediato.4
- Trata de no fumar, así como mantenerte lejos de ambientes con humo o con contaminación excesiva.
- Utiliza soluciones lubricantes e hidratantes nasales. El uso de soluciones de agua de mar puede convertirse en un excelente aliado contra la resequedad nasal, así como contra la congestión nasal o los resfriados. Te recomendamos conocer los productos que la familia Afrin® tiene para ti.
Y si tu nariz ya está irritada evita rascarte ya que esto puede provocarte heridas. Reduce lo más que puedas la irritación, tratando de cuidar sobre todo la forma en la que limpias tu nariz, y si tú padeces de congestión nasal y resequedad, puedes apoyarte de Afrin No Drip Extra humectante que gracias a su compuesto de glicerina, te ayuda a mantener tu nariz humectada en especial cuando sufres de resequedad por congestión.
Fuentes de referencia: